martes, 27 de mayo de 2008

A PROPÓSITO DE LA MASTURBACIÓN....


Por alguna extraña razón, la masturbación tuvo muy mala prensa por siglos. Creo que la culpa la tuvo la Biblia, en no sé qué versículos se habla pestes de quienes se abandonaban al onanismo. Siglos más tarde, el padre del psicoanálisis en su libro "tres teorías sobre la sexualidad" (si mi memoria dañada por las pastillitas de colores no me traiciona), incluía a la masturbación como una desviación. Malos tiempos para quienes gozaban de su secreto placer.


En el mundo popular masturbarse era lo peor, sólo soportable en adolescentes. Pero si el joven o la joven eran sorprendidos por sus padres, los retos y palizas no solían ser algo raro. Por el contrario, había que correjir a tiempo este tipo de prácticas satánicas. Además una serie de relatos populares hablaban de pérdida de la memoria, de la vista, impotencia, esterilidad, profusa aparición de espinillas y bello en la palma de la mano.


Se suponia que una vez que la gente se casaba o se iba a vivir en pareja, ya no tenía necesidad de masturbarse. Por lo que la práctica de la masturbación en la adultez era sinónimo de personalidad solitaria, pervertida y babosa. Lo más despreciable de la jungla sexual prohibida. La imagen de la "solterona" que se masturbaba mirando el pene de su perro o con unos dildos (juguetes sexuales) era tan recurrente como la imagen del "solteron" eyaculando ante la pantalla de TV tras haber visto una estimulante película porno.


Hoy, cuando el matrimonio es una institución en crisis (no sólo se casa menos personas, los divorcios aumentan a tasas impresionantes, incluso en países reconocidamente religiosos y conservadores), crisis que alcanza a las convivencias extramatrimoniales; la condición solitaria de las personas adultas ya ha dejado de ser una rareza. Y al dejar de ser objeto de sospecha social, la condición solitaria de las personas adultas ha reivindicado socialmente las prácticas masturbatorias. Este fenómeno no sólo ha normalizado la práctica masturbatoria, ha posibilitado el desarrollo de toda una industria de juguetitos sexuales.


La masturbación ha logrado ganarse un estatus dentro de las variantes sexuales legítimas. Las denominadas prácticas previas en los eventos sexuales ganan prestigio desde que las mujeres están reclamando el derecho a gozar y al orgasmo. Y los hombres comienzan a reconocer las virtudes de los juegos previos, dejando de lado cierta propulsión invasiva y propia de eyaculadores precoces. Ciertamente que nada se descarta, habiendo acuerdo entre las partes.


Estar solo o sola y masturbarse ya no es un peor es nada. Tampoco es anormal hacerlo con la pareja o amistades. Definitivamente, la masturbación recupera terreno (en ciertas culturas no era objeto de censuras y oprobios) para la tranquilidad de la población onanista.

domingo, 18 de mayo de 2008

MENTIRAS Y VERDADES, borrador de un ejercicio pajero


No voy a mentir: yo miento. Y no me refiero a esas mentiritas piadosas, me refiero a esas putas mentiras, esas que uso para quedar bien, para entretener o para manipular. Es más, suelo creer que hay ciertas mentiras que dan cuenta de alguna habilidad narrativa. No cabe duda que los grandes mentirosos o mentirosas son aquellas personas que escriben cuentos o novelas. ¿Y los poetas?, precisamente porque ellos asumen una suerte de cruzada verdadera ante una realidad que les apesta, son los más mentirosos. La verdadera cruzada de los poetas es el culto vanidoso a su personalidad. Da lo mismo si se ocultan o desaparecen de escena, son personas vanidosas en grado extremo y esconden su vanidad en esas causas morales, en esas escaramuzas personales con lo que les rodea. No conozco ninguna gran causa (política, religosa o social) que no surja de una mentira. La mentira no sólo es tergiversar la descripción de los hechos, omitir información significativa para favorecer una lectura distinta de lo que ocurre o se dijo; la mentira es ficcionar, es crear mundos nuevos imaginarios. El arte es toda una mentira, una mentira seductora y emocionante, pero un gran sistema de producción de mentira.


Por su parte, la verdad siempre me ha parecido sospechosa. No me refiero a esas verdades del tipo.."oye, está lloviendo, ponte algo". Me refiero a esas verdades que tienen pretención de trascendentales, del tipo MI VERDAD OS HARÁ LIBRE...o que el objetivo de la filosofía es la búsqueda de la VERDAD. Es tal la involucración desde niños con ciertas verdades, que entrar a cuestionarlas nos provoca una sensación de vacío, como si no pudiéramos vivir sin ellas o como si al descubrir que tales verdades son un fraude no podremos resistir el dolor emocional o espiritual que tal vacío nos provocaría.


Mirarle el reverso a las verdades debería ser un ejercicio tan necesario como mirarle el reverso a las mentiras. En una de esas, toda mentira esconde una GRAN VERDAD y toda verdad esconde UNA GRAN MENTIRA.

martes, 13 de mayo de 2008

VIDA BARRIAL EN SANTIAGO DE CHILE




NO TODO ES SANTIASKO EN SANTIAGO...

HAY BARRIOS DONDE SE RESPIRA VIDA, COLOR Y MOVIMIENTO. DOS DE ELLOS SON LOS BARRIOS BRASIL Y YUNGAY, UBICADOS EN SANTIAGO PONIENTE...


domingo, 4 de mayo de 2008

¿ES NATURAL TENER UNA RELACIÓN DE PAREJA?


Algo que nos parece tan obvio, tan "natural", nos cuesta cuestionar, dirigir la mirada crítica y preguntarnos: ¿será así?, ¿es natural tener relaciones de pareja?. Lo natural hace referencia a la naturaleza y nos emparenta con otros seres vivos de este planeta. Mirado en esos términos, la relación monógama es anti natural, prácticamente no hay especies monógamas según lo que señalan las instituciones que regulan las relaciones humanas: matrinonio, confesiones religiosas, ciertas decisiones de Estado. Se sabe, además, que la vagina selecciona al espermio que la vaya a fecundar y que una mujer en período fértil podría tener sexo hasta con diez sujetos durante esos días y sólo seleccionar a uno para la fecundación. Investigaciones señalan que mientras más parejas sexuales en ese período más improbable es la fecundación. Sin embargo, lo que queda claro, es que ella podría tener más de una pareja, está preparada biológicamente para ello. Es decir, la monogamia no es natural, es cultural. Y si la monogamia no es natural, las relaciones de pareja tampoco lo serían.


Entonces, ¿por qué buscamos tener una relación de pareja? Lo primero que hay que señalar al respecto es que la búsqueda de una relación de pareja no implica la confirmación de la monogamia. De hecho, uno en la vida puede tener muchas parejas, como consecuencia de esa búsqueda. La monogamia señala que los seres humanos estamos concebidos para tener "una pareja" durante toda la vida. Esta concepción da pie a la constitución del matrimonio. El matrimonio, en la mayoría de las culturas humanas, se presenta como garante de esta condición "natural" del ser humano. Más aún, ciertas confesiones religiosas la presentan como un mandamiento divino. De ahí a que las leyes que se hacen eco de ese mandamiento divino son rigurosas en cuanto a castigar o privar de beneficios a quienes no se casen, a quienes no vivan adecuadamente esa condición natural del ser con el otro.


¿Es posible tener una tri pareja o una multipareja? Los seres humanos están biológicamente preparados para ello, pero no culturalmente. De hacerlo implica un quiebre no sólo de las reglas del juego, sino que de toda una concepción construida y ratificada socialmente. Hacerlo es estar fuera de ese consenso normativo, es subvertir el orden establecido al respecto.


Y, ¿qué pasa con emociones tan arraigadas como los celos? Los celos son emociones que nada tienen que ver con las relaciones de pareja. Los celos se pueden gatillar con la pareja oficial y con l@s amantes, no es síntoma de la llamada condición "natural" monógama de los seres humanos.
Mientras tanto, si te haz embarcado en una pareja, ¿qué hacer para que dure más de la cuenta? Difícil pregunta. La receta tradicional ha sido tener hijos y compartir bienes y negocios. En el plano sexual cada cierto tiempo darse tiempo para reinventarse. Hay quienes les da por hacer eso de los roles, por explorar en el campo sadomasoquista...después de todo, algo de ello tiene el tener una pareja por tanto tiempo. Mirándolo bien, aquellas parejas que pasan de los diez años suelen dividirse en aquellas que se inscriben en la lógica amo/sumisa o, bien, dominatrix/sumiso. Estos planteamientos podrían hacerse extensivos a las parejas de gays y lesbianas. Después de todo, la relación de pareja es una noble institución tradicional que lucha por mantenerse vigente.


viernes, 2 de mayo de 2008

¿Para qué sirven las marchas?


La primera asociación que se hace a una marcha es con las demostraciones que las tropas de las Fuerzas Armadas hacen en determinadas fechas, consideradas por ellos como hitos históricos de la nacionalidad. En esas puestas en escena pública, los militares hacen ostentación de sus armas, de su disciplina, de sus uniformes, medallas y toda la parafernaria que comunica que se trata de una fuerza militar temible e invencible. Este mensaje se comunica tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz. Ciertamente las condiciones cambian, pero básicamente se trata del mismo acto de "hacer visible el poderío de la maquinaria de la muerte".


En la sociedad civil marchar es básicamente lo mismo: hacerse visibles. ¿Qué se hace visible? La disposición de una multitud para hacer presente su identidad, su pertenencia a una idea política o condición social, racial, sexual o económica. Se trata, además, de dejar en claro que no se les puede pasar por alto, que son un dato de la realidad social, cultural y política del país, de la región o del planeta. Aunque el marchar de los civiles es distinto al de los militares, de todas formas se transmite voluntad de lucha y disciplina en la acción. Ciertamente cada marcha quiere agregar un plus: somos más entretenidos, creativos, alegres, inteligentes. Estos atributos son los equivalentes a las armas de los militares. Pero, también hay marchas que contienen cierta visibilidad de objetos para la lucha callejera: máscaras antigases, palos, escudos, cascos, bombas molotov, piedras, etc.


En resumen, las marchas sirven para hacerse visibles, para incorporar a un actor social al debate político, para dejar en claro que "no se les puede ignorar".